28 de junio de 2011

BENDITA CARTA DE INVITACIÓN

ESPAÑA

Estuvimos dos meses averiguando cuáles eran los requisitos indispensables para ingresar a España. Entre ellos figuraba como imprescindible: "La Carta de Invitación"; una especie de trámite terriblemente burocrático y casi imposible de cumplimentar. No lo conseguimos, por lo tanto nos aventuramos a la ventanilla del aeropuerto madrileño sin más que nuestro pasaporte y algunos euros de respaldo. Ante nuestro asombro, ni nos miraron la cara, sólo se limitaron a sellar nuestro documento y a darnos la bienvenida. Bendita Carta de Invitación.





ALFORJAS + EMBALAJE + METRO = LA GOTA GORDA

El vuelo había sido espectacular, pero ahora había que moverse con 4 alforjas, 2 bolsos estancos, 2 mochilas, la caja tamaño bicicleta y alguna que otra bolsita de plástico enganchada en los dedos que habían quedado libres, para encajar el boleto en la máquina del Metro, abrir las puertas o rascarse la oreja. Subíamos y bajábamos escaleras, caminábamos largas cuadras, cruzábamos avenidas y todo con semejante carga en un tórrido día de verano con no menos de 35ºC a la sombra.




LOS AMIGOS

Nos alojamos en casa de Julián (un Warmshowers). Copados los chicos. Pasamos a visitar a mi prima y como siempre la velada se extendió hasta la madrugada con una charla muy interesante acerca de la convulsiva situación socioeconómica de España. Gracias Rober, gracias Cristian, gracias Santi por hacernos sentir como en casa. Y después vinieron Kichy y Carmen, Facu y Joaquín. Figueras será siempre un paso obligado mientras ellos sigan viviendo allí. Es mucho más que un hogar de amigos, es un pedacito de Argentina en medio del país Catalán. Y así con abrazos y besos nos vamos despidiendo de España, nuestra "madre patria".








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